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lunes, noviembre 06, 2006

El cambio favorece a los ricos

De un conjunto de 474 jurisdicciones con mayor desigualdad monetaria que tienen un perfil predominantemente indígena en el país: Jalisco tiene 43 de ellas.

Profundiza Fox
desigualdad social


por Erika Ramírez

Estudios especializados en la desigualdad del ingreso monetario en México demuestran que el gobierno de Vicente Fox no sólo no pudo cerrar la brecha entre ricos y pobres, sino que ésta se ensanchó

La desigualdad de oportunidades e ingreso monetario en México no cambió ni un ápice durante la administración de Vicente Fox, quien prometió combatir la pobreza y promover la creación de empleos para disminuir la brecha entre ricos y pobres.

Por el contrario, según expertos en la materia, el “gobierno del cambio” acentuó los contrastes entre ambos sectores de la población. Así lo señala Alejandro Tuirán Gutiérrez, consultor externo del Concejo Nacional de Población (Conapo), en su informe La desigualdad en la distribución del ingreso monetario en México.

El especialista indica que aproximadamente 10 millones de mexicanos concentran el 80 por ciento del ingreso monetario de nuestro país, mientras que otros 20 millones -los más marginados- tan sólo tienen acceso al 2 por ciento de la riqueza.

Con estas cifras “podemos ver que tenemos un país polarizado: el pobre, el marginado, el desigual, con bajos niveles de productividad, y el moderno, desarrollado, con una actividad económica elevada, generación de empleos y altos niveles de bienestar social”, dice Tuirán Gutiérrez, consultor externo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El documento de la Conapo reconoce que “la desigualdad es un rasgo distintivo de la sociedad moderna, misma que se concreta en la incapacidad social para generar mecanismos que permitan a individuos, familias o grupos sociales determinados, tener acceso a los bienes y servicios que les permitan satisfacer las necesidades básicas inherentes al ser humano para vivir dignamente”.

En el informe, la secretaria general de la institución, Elena Zúñiga Herrera, advierte que “la creciente iniquidad genera graves problemas sociales, causa enormes deterioros en la formación del ahorro nacional, el desarrollo del capital humano, la estabilidad económica y la potenciación del capital social. Además, la experiencia ha demostrado que la falta de equidad se ha convertido en el principal generador de rebeliones y tensiones sociales, lo cual ha desembocado en inestabilidad política y muchas veces en la pérdida de libertades individuales.

“La desigualdad también ha provocado la desconfianza en las instituciones democráticas, repercutiendo negativamente sobre los sistemas políticos y económicos”, dice el texto editado en diciembre de 2005 por el órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación que encabeza Carlos Abascal.

Tuirán Gutiérrez explica que los resultados que arroja el informe de finales de sexenio se tuvieron que realizar con datos del 2000, debido a que el gobierno foxista no desempeñó un trabajo estadístico que permitiera hacer los cálculos actuales pero “el problema de la desigualdad es estructural, no coyuntural. En seis años es imposible que la desigualdad se haya abatido o reducido a su mínima expresión”.

“Aquí hay un problema de información. Para poder hacer una estimación de ésta situación por medio del coeficiente de Gini -metodología aplicada por el especialista- se solicita información al menos del ingreso.

En el 2000 la información se obtuvo a través del Censo de Nacional de Población, que hizo una encuesta en aproximadamente dos millones 400 mil viviendas, las cuales representaban el 10 por ciento de los hogares del país y fue representativa de cada uno de los dos mil 442 municipios.

“Qué pasa en el 2005. No se obtiene esa variable en la encuesta que elabora el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), por lo tanto no tenemos información que nos pueda indicar todo esto”, reclama el consultor internacional.

Los marginados

Según el informe elaborado por Tuirán Gutiérrez, evidencia que el municipio con mayores grados de desigualdad se encuentra en Oaxaca, estado que atraviesa por una crisis social, política y económica desde hace más de cuatro meses.

Con cálculos tomados del Conteo de Población y Vivienda de 1995 y el Censo General de Población 2000, el analista señala que Oaxaca tiene 73 municipios con mayor desigualdad del ingreso, que lo coloca a la cabeza entre las entidades que padecen esta problemática. Le siguen Chiapas con 19, Puebla con 14 y Guerrero con 11.

Santa María Ixcatlá, Oaxaca, es la jurisdicción donde el 10 por ciento de los hogares más pobres no generan ingresos monetarios. En la misma situación se encuentran San Martín de la Peras, San Simón Almolongas y Santa María Jaltianguis, así como Altamirano y Bella Vista en Chiapas.

“La población de estos municipios en el año 2000 fue de seis millones 100 mil personas, las cuales residían en un millón 400 mil hogares, lo que da como resultado un promedio de 4.5 habitantes por hogar. El grado de escolaridad promedio de la población de 15 años y más era de 4.8 años. Los hogares de los municipios de este estrato sólo generaron cuatro por ciento del total de los ingresos monetarios”, dice el informe.

Para el experto en la materia, Oaxaca es un claro ejemplo de que la desigualdad deriva en conflictos sociales. “Tenemos dos problemas graves, pobreza y desigualdad en el estado. No se generan empleos con calidad, la gente vive del autoconsumo, no hay clínicas, no hay servicios, nadie invierte, vive una inestabilidad política enorme, y sus municipios están marginados del desarrollo humano”, apunta. En contraste, el municipio con menor inequidad en el ingreso fue Mocochá, en Yucatán.

Un conjunto de 474 jurisdicciones con mayor desigualdad monetaria tenían un perfil predominantemente indígena, la mayor parte de los cuales se ubicaron en Oaxaca, Chiapas con 82, en Puebla 97; Michoacán y Guerrero, con 61 municipios cada uno, Veracruz con 57, Jalisco con 43, Estado de México con 39, Zacatecas 34, Chihuahua 31 y Guanajuato con 30 municipios.

El consultor agrega que en el norte del país los municipios con bajos niveles de ingreso son: Sáric y Agua Prieta en Sonora; Rayones, Agualeguas y General Bravo, en Nuevo León; Hidalgo en Coahuila, y Mexicali en Baja California.

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