Google
 
Web ciudadanosenmovimiento.blogspot.com

jueves, octubre 26, 2006

La verdadera Unidad Nacional es en torno a López Obrador


Unidad en torno a qué

Desde la II Guerra Mundial, con Manuel Avila Camacho en la Presidencia de la República, se utilizan con más y mayor frecuencia, también con mayor falta de rigor y más frivolidad, las convocatorias desde el poder público a la unidad nacional.

A 36 días de que por fin la autodenominada pareja presidencial abandone el Los Pinos en medio del desprestigio por su incompetencia e ignorancia sin par, y el escándalo por el presunto enriquecimiento ilícito, Vicente Fox Quesada discursea un día sí y otro también sobre la necesidad de la unidad nacional.

Como muchos otros conceptos y postulados, al utilizar el de la unidad nacional lo convierte en una simple frase carente de contenido alguno, como si promoviera la venta de Coca-Cola.

Lo relativamente extraño es que Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa ya recorra el mismo caminito de la fraseología vacua. Con independencia de la falsedad o no de la maestría en Harvard, el michoacano es hombre de mejores entendederas, lecturas y formación académica y política.

Pero ese bagaje no lo ha mostrado aún Calderón para emitir iniciativas trascendentes que restañen las profundas heridas que él, como ningún otro, Fox Quesada desde la Presidencia y Martha Sahagún Jiménez tras bambalinas, la mediocracia electrónica y la mayoría de los 39 dueños de México, causaron en el tejido social.

Ahora se unieron para curar la heridas que irresponsablemente causaron y aturden a la ciudadanía con anuncios de mala manufactura y contenido patriotero que difícilmente convence a sus autores.

Es de subrayarse la convergencia en el tiempo y la dificultad para diferenciar los nembutales que son de la Presidencia de la República y los que suscribe Grupo Radio Centro y Fundación Televisa.

Las heridas causadas por ganar a la mala la Presidencia son profundas. Sobre todo porque al rechazar una solución democrática como era el recuento voto por voto, apoyado por la mayoría de los ciudadanos, Calderón Hinojosa mostró inseguridad en el triunfo que le reconocieron unos magistrados que resultaron duchos para acumular millones de pesos para el retiro del tribunal, pero poco convincentes al valorar una elección presidencial, tanto que involuntariamente superaron a Cantinflas con sus juicios de valor.

Estos trasfondos que se escriben rápido, se resisten a leerlos con cuidado en el grupo gobernante y en la plutocracia a la que sirve aquél y, todo indica, el gobierno que encabezará el michoacano.

La cerrazón se comprende. No aceptan una sola coma que ponga en duda el resultado comicial. Por ello el odio con que combaten a Andrés Manuel López Obrador.

En la elección de Tabasco mataron políticamente al de Macuspana. Lo declararon derrotado sin que haya competido para cargo alguno de elección y ocultaron la estrepitosa caída de Acción Nacional. Todo ello con una mediocracia lacayuna como en los tiempos que considerábamos idos.

Festejan también que Amalia Dolores García Medina, Lázaro Cárdenas Batel y Zeferino Torreblanca Galindo se hayan reunido con el que los perredistas siguen considerando “presidente espurio”.

Calderón y su equipo trabajan en una lucha de vencidas que van a perder, porque de lo que se trata es de ganarse a la ciudadanía, no de aniquilar a AMLO. Y si lo derrotan los más perjudicados serán el grupo gobernante y la plutocracia porque no habrá quien le dé cauce pacífico y legal a la indignación ciudadana por la reedición de 1988 en 2006.

Y para ganarse a franjas de esa ciudadanía hace falta un programa de unidad nacional que coloque en el centro las demandas más sentidas de los mexicanos y las políticas para satisfacerlas. Pero ellos optaron sólo por la frase.

Fuente